La burocracia es uno de los mayores obstáculos con los que se encuentran los emprendedores cuando desean montar una empresa. Y la cosa se complica un poco más cuando el empresario es un extranjero.
Nuestra legislación garantiza la igualdad de oportunidades para nacionales y no nacionales, pero, cuando se trata de poner en marcha un negocio, los requisitos que se exigen a los no europeos son un poco más complejos de cumplir.
¿QUÉ EXTRANJEROS PUEDEN MONTAR UNA EMPRESA EN ESPAÑA?
Todos los que tengan nacionalidad de algún Estado miembro de la Unión Europea pueden crear una empresa en España desde cero o abrir aquí una filial de un negocio que tengan en otro país, siguiendo los mismos trámites que se exigen a un español.
Los ciudadanos no europeos pueden poner aquí un negocio siempre y cuando no tengan antecedentes penales en España y se encuentren en el país en situación regular. Además, es necesario que tengan experiencia en la actividad que van a ejercer y recursos suficientes para invertir.
EL PLAN DE EMPRESA ES INDISPENSABLE
A la hora de montar una empresa siempre es imprescindible contar con un plan de empresa. Pero, cuando se es un ciudadano extranjero, todavía más. Porque la Administración va a tenerlo en cuenta a la hora de conceder los permisos.
Se trata de describir en qué va a consistir la actividad y analizar la viabilidad de la misma. Para ello habrá que hacer investigaciones previas como un buen estudio de mercado.
