1. Carlos Alcaraz
El murciano ha cerrado 2025 consolidado no solo como una realidad competitiva, sino como el nuevo eje sobre el que orbita el tenis mundial. Tras sus hitos en Londres y París, su capacidad para gestionar la presión en los escenarios de máxima exigencia le ha permitido blindar su posición en el podio del ranking ATP, demostrando una madurez impropia de su edad. Su figura ha trascendido las pistas, convirtiéndose en el principal activo publicitario del deporte español y en un icono de la regeneración generacional que demanda el circuito internacional.
De cara a 2026, el reto de Alcaraz reside en la gestión de su propio techo físico y en la defensa de un estatus que ya no admite el factor sorpresa. Las expectativas se centran en su capacidad para dominar todas las superficies de forma hegemónica y liderar al equipo nacional en la búsqueda de nuevos éxitos colectivos. El desafío estratégico será preservar su frescura competitiva frente a un calendario asfixiante, manteniendo ese estilo explosivo que es ya su seña de identidad inconfundible.
2. Marc Márquez
El 2025 ha certificado el regreso definitivo del «Trueno de Cervera» a la vanguardia del motociclismo mundial. Su proceso de reinvención técnica y mental ha sido una lección de resiliencia, logrando extraer el máximo rendimiento de su montura y recuperando esa agresividad calculada que le hizo legendario. Márquez no solo ha vuelto a ganar carreras, sino que ha devuelto al motociclismo español esa mística de la victoria que parecía haberse diluido durante sus años de calvario físico.
Para 2026, el objetivo es nítido: asaltar el noveno título mundial para igualar las estadísticas de los más grandes de la historia. El reto no será solo mecánico, sino psicológico, al enfrentarse a una parrilla de jóvenes talentos que ya no le temen pero que siguen viéndolo como el referente a batir. Su capacidad para liderar la evolución técnica de su equipo marcará la diferencia entre ser un aspirante constante o el dominador absoluto de la categoría reina.
3. Aitana Bonmatí
La futbolista catalana ha alcanzado en 2025 una dimensión que va mucho más allá de los títulos colectivos e individuales. Convertida en el motor creativo del FC Barcelona y de la selección, su fútbol de salón ha elevado los estándares de excelencia del deporte femenino a cotas históricas. Su influencia es hoy transversal; Aitana es la voz de una disciplina que reclama su espacio legítimo, consolidándose como una referencia de liderazgo social y deportivo a escala planetaria.
El horizonte de 2026 se presenta como el año de la consolidación de su legado a largo plazo. Con el reto de mantener el hambre de títulos tras haberlo ganado todo, su figura deberá capitanear la transición hacia una profesionalización total de las estructuras del fútbol femenino. La expectativa reside en ver cómo su capacidad de lectura táctica y visión de juego sigue dictando el ritmo de los partidos más importantes del mundo, manteniendo la vigencia de un modelo de éxito inagotable.
4. Lamine Yamal
En 2025, el joven extremo ha dejado de ser una promesa para convertirse en la realidad más impactante del fútbol europeo. Su capacidad para desequilibrar encuentros de máxima rivalidad con una naturalidad asombrosa le ha otorgado un peso específico en el ecosistema del FC Barcelona y de la Selección Española. Yamal ha logrado lo más difícil: convencer a la crítica y al aficionado de que su talento no es una ráfaga, sino el pilar de un nuevo proyecto deportivo con proyección de década.
El año 2026 marcará su paso a la madurez futbolística absoluta, donde la gestión de las expectativas externas será tan crucial como su rendimiento en el césped. El gran reto será mantener la regularidad física y mental en un entorno de máxima exposición mediática. Se espera que asuma galones de mando y se convierta en el líder silencioso que decante los grandes torneos, confirmando que estamos ante un jugador de época destinado a romper todos los registros de precocidad.
5. Ilia Topuria
El «Matador» ha transformado en 2025 la percepción de las artes marciales mixtas en España, elevándolas de deporte de nicho a fenómeno de masas. Su reinado en la UFC ha estado marcado por una confianza inquebrantable y una capacidad comunicativa que ha sabido conectar con el público joven. Topuria ha demostrado que el éxito en el octógono es solo una parte de su influencia, consolidando una marca personal de alcance global que compite en impacto con los deportes tradicionales del país.
Para 2026, el desafío de Topuria es la expansión de su dominio y la internacionalización definitiva de su marca en nuevos mercados. La defensa de su cinturón ante aspirantes de primer nivel pondrá a prueba su evolución técnica, mientras que fuera de la jaula, el reto será seguir profesionalizando la industria de las MMA en España. Su objetivo estratégico es convertirse en el principal embajador deportivo de una disciplina que, gracias a él, ya no tiene fronteras en nuestro territorio.
6. Carlos Sainz Jr.
El 2025 ha sido el año de la reivindicación profesional para el piloto madrileño, quien ha demostrado una entereza ejemplar en su transición hacia nuevos horizontes técnicos. Su capacidad para optimizar recursos y su inteligencia en carrera le han mantenido como uno de los activos más valorados del ‘paddock’. Sainz ha sabido transformar la incertidumbre en una oportunidad de demostrar su solvencia técnica y capacidad de liderazgo en el desarrollo de monoplazas competitivos.
El 2026 se presenta como el inicio de una era determinante en Williams, donde su experiencia será vital para devolver al equipo a las posiciones de privilegio. El reto consiste en liderar un proyecto a medio plazo, demostrando que su talento es capaz de vertebrar una estructura técnica en crecimiento. Su éxito dependerá de su habilidad para maximizar el rendimiento del monoplaza y consolidarse como el piloto total que las grandes marcas aspiran a tener en sus filas.
7. Fernando Alonso
A sus 44 años, el asturiano ha cerrado 2025 desafiando una vez más las leyes de la lógica deportiva. Su competitividad feroz y su capacidad para leer las carreras como nadie le mantienen en una posición de influencia absoluta dentro del automovilismo. Alonso no es solo un piloto, es un asesor en pista y una figura aspiracional cuya longevidad competitiva se estudia como un caso de éxito único en la historia del deporte de élite mundial.
El reto para 2026 será capitalizar los cambios reglamentarios y técnicos que se avecinan en la Fórmula 1. Su implicación en el desarrollo de las nuevas tecnologías de motorización será clave para las aspiraciones de su equipo. La expectativa es ver si su inagotable ambición le permite volver a lo más alto del podio, manteniendo esa vigencia intelectual y estratégica que le permite anticiparse a sus rivales mucho antes de que se apague el semáforo.
8. Alexia Putellas
En 2025, la capitana ha completado su regreso al centro del tablero futbolístico, recuperando el nivel físico que la llevó a la cima. Su importancia en el vestuario y su rol como embajadora del fútbol español siguen siendo inalcanzables. Alexia ha sabido evolucionar su juego, aportando una jerarquía y una templanza fundamentales para el equilibrio de sus equipos, reafirmando que su influencia trasciende los datos estadísticos para situarse en el plano de lo simbólico.
De cara a 2026, el desafío de Putellas es liderar la transición hacia el relevo generacional sin perder un ápice de competitividad. Su figura será clave para gestionar el éxito y mantener la exigencia en un entorno cada vez más profesionalizado y exigente. El reto estratégico será preservar su impacto social como referente de igualdad y superación, asegurando que el fútbol femenino siga creciendo bajo su paraguas de excelencia y compromiso.
9. Ana Carrasco
El 2025 ha sido para Ana Carrasco el año de la consolidación de su rol como pionera y referente de la igualdad en el mundo del motor. Su capacidad para competir de tú a tú en categorías de máxima exigencia ha seguido derribando prejuicios, demostrando que el talento y la determinación no entienden de género. Carrasco se ha mantenido como una de las voces más respetadas del motociclismo, utilizando su plataforma para fomentar la inclusión y el desarrollo de nuevas pilotos.
Para 2026, el objetivo es seguir escalando en el organigrama competitivo y ampliar su palmarés en nuevas disciplinas o categorías. El reto fundamental será asegurar los apoyos técnicos y de patrocinio que le permitan luchar por campeonatos del mundo, demostrando que su carrera es una carrera de fondo. Se espera que continúe siendo el vínculo vital entre el deporte de élite y el activismo social, inspirando a las jóvenes que aspiran a romper el techo de cristal en los circuitos.
10. Jordan Díaz
El 2025 ha certificado que el dominio de Jordan Díaz en el triple salto no era una casualidad olímpica, sino el inicio de una hegemonía. Su técnica depurada y su capacidad competitiva le han permitido mantenerse en la cima del atletismo mundial, batiendo récords y elevando el listón de la especialidad. Su irrupción ha devuelto al atletismo español la ilusión por el oro permanente, convirtiéndose en un ídolo para una nueva hornada de deportistas que ven en él la excelencia física personificada.
El gran reto para 2026 será la búsqueda de la plusmarca mundial, un objetivo que parece al alcance de su potencial actual. La gestión de la presión en las grandes citas y la prevención de lesiones serán los ejes sobre los que pivote su temporada. La expectativa es que se consolide como el atleta total y rostro visible de la federación, liderando una delegación española que aspira a seguir creciendo en el medallero internacional gracias a su impulso y talento.
11. Jon Rahm
El golfista vizcaíno ha mantenido en 2025 su estatus de gigante en el circuito internacional, equilibrando su potencia de juego con una madurez estratégica que le sitúa siempre entre los favoritos. De cara a 2026, su reto principal será volver a conquistar un ‘Major’ y liderar la unificación de los circuitos profesionales, consolidándose como el principal activo diplomático y deportivo del golf mundial en una era de profunda transformación para este deporte.
12. Carolina Marín
Tras una carrera marcada por la superación de obstáculos insalvables, Marín ha cerrado 2025 demostrando que su mentalidad ganadora es única en el deporte europeo. En 2026, el desafío será gestionar su físico para seguir compitiendo al más alto nivel contra la armada asiática, manteniendo esa resiliencia inquebrantable que la ha convertido en leyenda y en el espejo donde se miran miles de deportistas que afrontan la adversidad.
13. María Pérez García
La marchadora granadina ha vivido un 2025 de consagración absoluta, portando con orgullo la bandera de la excelencia del atletismo español en los foros mundiales. Para 2026, su objetivo es mantener la hegemonía en la marcha internacional, enfrentándose al reto de adaptar su preparación a las nuevas dinámicas de la disciplina. Su figura seguirá siendo fundamental como referente de disciplina y sacrificio, valores que la han llevado a ser una de las atletas más respetadas del país.
14. Rodri Hernández
En 2025, el madrileño ha ejercido como el verdadero cerebro del fútbol mundial, dictando el ritmo de juego desde la medular con una autoridad incuestionable. El reto para 2026 es liderar la reconversión táctica de sus equipos tras su proceso de recuperación, buscando mantener ese nivel que le valió el Balón de Oro. Rodri se proyecta como el líder táctico y moral del fútbol español, cuya inteligencia sobre el césped es ya un manual de estudio para las futuras generaciones.
15. Pedri González
El 2025 ha devuelto a los aficionados la mejor versión de un Pedri que, con su visión periférica, sigue siendo el factor diferencial en la creación de juego. El horizonte de 2026 le exige dar un paso adelante en la faceta goleadora y en el liderazgo jerárquico dentro del vestuario. Su gran objetivo estratégico será la estabilidad física definitiva, condición ‘sine qua non’ para que el fútbol español recupere su esencia más brillante a través de sus botas.
16. Rafael Nadal
Incluso desde su nueva etapa fuera de la competición activa en 2025, Nadal sigue siendo el faro espiritual del deporte español, ejerciendo una influencia que no necesita de raquetas para manifestarse. En 2026, su labor se centrará en la expansión de su academia y en su rol como embajador de valores globales. Su legado es hoy una institución cultural en sí misma, cuya sombra protectora seguirá guiando los pasos del tenis y del deporte internacional por décadas.
17. José Manuel Rodríguez Uribes
Como máximo responsable del CSD en 2025, ha sabido navegar las complejas aguas de la gestión institucional deportiva con un enfoque basado en el consenso y la modernización. De cara a 2026, su reto será la implementación de los nuevos planes de financiación y la consolidación de la Ley del Deporte. Su papel es crítico como arquitecto de la estructura deportiva nacional, garantizando que el éxito de los atletas españoles cuente con el soporte administrativo necesario.
18. Sandra Sánchez
La «eterna campeona» ha seguido en 2025 proyectando su maestría en el kárate desde la enseñanza y la divulgación, manteniendo intacto su prestigio mundial. En 2026, su influencia se enfocará en la formación de talentos y en la promoción del kárate como disciplina de excelencia personal. Sandra continúa siendo el máximo exponente de la constancia y el rigor, demostrando que el éxito deportivo es, ante todo, una cuestión de filosofía de vida y perfeccionamiento continuo.
19. Carlos Sainz (padre)
La leyenda del motor ha cerrado 2025 manteniendo una vigencia asombrosa, no solo como competidor, sino como asesor estratégico de primer nivel. En 2026, su reto será seguir impulsando proyectos de innovación tecnológica en el automovilismo y guiar la carrera de nuevos talentos. Su experiencia es el activo intangible más valioso del motor español, una fuente de conocimiento que sigue marcando el camino para pilotos, ingenieros y equipos de todo el mundo.
20. Paula Badosa
En 2025, Badosa ha demostrado que su lugar está en la élite del tenis femenino, recuperando sensaciones y competitividad en un circuito WTA cada vez más duro. El reto para 2026 es el asalto definitivo a los puestos de privilegio del ranking y la conquista de un Grand Slam que confirme su talento. Su capacidad mediática y su garra en pista la sitúan como una figura clave para la visibilidad del tenis femenino, conectando con una audiencia global masiva.
21. Jorge Prado
El 2025 ha visto a un Prado dominante, llevando el motocross español a una dimensión de popularidad nunca antes vista. Para 2026, el reto es consolidar su hegemonía en la categoría reina y seguir expandiendo el interés por su disciplina en España. Prado es hoy un campeón con vocación de mito, cuya precisión técnica y ambición le auguran un futuro de récords que seguirán elevando el prestigio del motor nacional fuera de nuestras fronteras.
22. Ana Peleteiro
La saltadora gallega ha sabido equilibrar en 2025 la exigencia del foso con una presencia pública que la convierte en una de las deportistas más carismáticas del país. En 2026, su objetivo es volver a subir al podio en las grandes citas internacionales, manteniendo su discurso de autenticidad y esfuerzo. Peleteiro es el modelo de deportista total del siglo XXI, capaz de influir tanto por sus marcas deportivas como por su capacidad de comunicación con la sociedad.
23. Álex Márquez
El 2025 ha sido el año de la madurez para el menor de los Márquez, consolidándose como un piloto capaz de luchar por los cajones en cada Gran Premio de MotoGP. De cara a 2026, el reto será dar el salto definitivo hacia la regularidad que exige la lucha por el campeonato. Su evolución técnica y su capacidad de trabajo le han permitido construir una identidad propia y exitosa, despojándose de etiquetas para brillar con luz propia en la categoría reina.
24. Fermín Aldeguer
El joven murciano ha cerrado 2025 confirmando las altísimas expectativas depositadas en su pilotaje explosivo y su velocidad punta. El 2026 se presenta como el año de su consagración en la élite, donde deberá gestionar la presión de ser señalado como el próximo gran campeón. Su reto será transformar ese talento natural en una estrategia de carrera sólida y ganadora, marcando el inicio de una nueva era para el motociclismo español en el escenario internacional.
25. Jorge Martín
«Martinator» ha culminado un 2025 espectacular, demostrando que su velocidad pura es hoy la referencia del mundial de MotoGP. Para 2026, el desafío será revalidar su estatus frente a una competencia interna feroz y seguir evolucionando su estilo de pilotaje. Martín se ha consolidado como un líder disruptivo en la pista, cuya valentía y agresividad controlada han cambiado la forma de entender las carreras en la máxima categoría del motociclismo mundial.